La idea en común que tiene la propuesta de la ira transitoria de Nussbaum con la ética del cuidado de Gilligan, es que la indiferencia creciente, la falta de respuesta que se puede ocultar en la imparcialidad, es un daño.
La idea en común que tiene la propuesta de la ira transitoria de Nussbaum con la ética del cuidado de Gilligan, es que la indiferencia creciente, la falta de respuesta que se puede ocultar en la imparcialidad, es un daño.