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Ha pasado poco más de un mes desde que escribí en colectivo sobre los actos de clasismo suscitados en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, durante la inauguración de las exhibiciones “Restos Elocuentes” de Elaine Grenier y “(DES)IDENTIFICACIÓN: teorías y prácticas de género desde una identidad otra” de Fausto Gracia.

En aquella ocasión, cerramos el texto preguntándonos cuál sería el nuevo relato para el MACQ, partiendo de las actitudes que atestiguamos aquella noche. A partir de entonces, además del clasismo y del clasicismo, la administración –bajo el mando de la ex-directora del museo, Rosa María Zorrilla– cometió una serie de omisiones y abusos de poder que terminó desbordándose. Tres meses después de la contratación de Rosa María, la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro anunció su destitución como directora del museo. La razón detrás: discriminación de género.

no necesitamos de más imágenes; queremos acciones concretas y consistentes que respeten los derechos de todas las personas.

La artista, Fausto Gracia, no quizo dar continuidad a las dinámicas de violencia y de discriminación de género que venía experimentando desde comienzos de la instalación de su exhibición. En vez, dio visibilidad a estos actos. Sorprendentemente, la acción de Fausto –política y pública– dio como resultado la destitución de Rosa María como directora del museo.

Pero sabemos que el maltrato que Fausto recibió por parte de Rosa María no es un caso aislado; más bien, es una práctica que la estructura política del Estado ha naturalizado –“así funcionan las cosas”, se dice neciamente. El caso de Fausto es uno de tantos y cuando lo platica, menciona que hay toda una comunidad detrás de ella que no sólo la respalda porque la quiere, sino porque conoce por lo que está pasando, porque también lo ha vivido.

Ahora estamos de festejo; destituyeron a Rosa María y esa es una buena noticia para la comunidad artística de Querétaro. No queremos a funcionarios ni a funcionarias públicas que no traten con dignidad a cualquier persona sólo por ser diferente a ellas. La pregunta ahora es ¿quién vendrá en su lugar? Sabemos que están buscando a una nueva persona que dirija el museo. La búsqueda, claramente, es a puerta cerrada; sucede entre personas conocidas y amistades, pues no se compite para este tipo de puestos. Y como muchas veces la contratación deviene del favor de un favor, pues la chamba no se toma en serio y las personas a cargo comienzan a actuar despóticamente, desde el privilegio.

Desde acá, desde bien abajo, donde las raíces se comunican entre ellas y desde donde se sostiene a la sociedad arboleda, hago una serie de sugerencias que la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro puede agenciarse durante la evaluación y la toma de decisión de la futura dirección del museo:

• Es importante que la persona que dirija el museo crea en la horizontalidad, en el compañerismo, en la circularidad, para entonces, poder convivir con su entorno en un régimen de igualdad. Nadie es más que otra persona por tener un puesto de “mayor” jerarquía. Ese es un relato que debemos dejar a un lado; es un relato que se siente caduco, comienza a oler mal.

• Desde este régimen de igualdad es entonces que se puede construir en comunidad, desde un mundo común compartido entre las personas que conforman una sociedad.

• En un régimen de igualdad existe la posibilidad del diálogo –nuevamente, horizontal y circular. Habrá que pausar para escuchar activamente, mantenerse en silencio y con la oreja y la mente bien abiertas. Sólo así, se podrá entonces entender la verdad inherente a la opinión de la otra persona.

• Habrá que dialogar para comprender cómo y bajo qué articulación específica el mundo común se le presenta a la otra persona; esto se llama empatía, integración, identificación. Este tipo de comprensión —“ver el mundo desde el punto de vista de la otra persona”— es el tipo de conocimiento político por excelencia.

• Habrá entonces que comprender el mayor número posible y la mayor variedad de realidades… tal y como dichas realidades se muestran en las diversas opiniones de las personas.

• Habrá que ampliar el horizonte acotado que cada individualidad posee para entonces construir un horizonte colectivo —múltiple, cóncavo, convexo, perforado, superpuesto y hojaldrado.

• Habrá que complejizar la realidad, que es diversa.

• Habrá que establecer una comunicación entre las personas y sus opiniones, de tal modo que lo común de este mundo se haga evidente.

• Habrá que actuar consecuentemente al discurso público. De nada servirá hablar si las acciones son otras. No necesitamos de más imágenes; queremos acciones concretas y consistentes que respeten los derechos de todas las personas.

Seguramente, en esta lista faltarán cosas por nombrar y si alguien quiere abonar a ella, adelante, el foro está abierto. La secretaria de Cultura del Estado Marcela Herbert Pesquera, ha confirmado que está abierta al diálogo. Dialoguemos entonces, que el espacio público es nuestro.